16/10/09

Acaso Ocaso

Mirando hacia el oeste, sobre la laguna, encontré al ocaso deslumbrando sobre ella. Sabía que solo iba a durar minutos. Pero sentía felicidad al poder contemplarlo. Todo terminaba, el ocaso apenas comenzaba, y yo allí parada, estática. Todo terminaba, pero mientras, dejé entrar esa felicidad en mi. Me llené de ella. Era tan hermoso observar todos sus segundos. Creer que era mio. Lo tomé prisionero una y otra vez en mi cámara y cada imagen que él me daba era mejor que la anterior. Pero como todo en la vida, tiene su tiempo, dio paso a la noche, a la oscuridad de la cual yo ya había sido testigo y víctima. No es que no me guste contar estrellas, ellas también tienen lo suyo, pero siempre están allí. En cambio el ocaso no siempre es el mismo ni igual. Era tan hermoso que por segundos me dejé creer que era eterno. Pero todo es efímero. Así que lo dejé ir, bueno en realidad él fue el que me dejó bajo esa oscuridad inmensa. Pero aún así, sigue prisionero en mi cámara y lo que es mejor, en mi alma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Puesta del Sol

Ha sabido ser musa
de un sin fin de escritores,
de parejas perdidas
y por q no de amores…

De botellas que encierran
un millón de pasiones.
Los anhelos gravados
en papeles a flote…

Hay q saber q es eterno
en este mundo finito.
Pues al ocultarse ilumina,
un paisaje distinto…

El jamás se detiene,
obedeciendo su rol.
Y en aquella montaña
hoy ilumina otro amor…

Pues el sol no es estático
y más nunca egoísta.
Volverá para verte
cuando la noche este lista

Marian

Eushy dijo...

Hermoso Marian!!! mil gracias por tanto apoyo...